Enfermedad renal crónica y síndrome nefrótico

Explicación
Recomendaciones específicas de vacunación
Explicación
La enfermedad hepática crónica (EHC) se caracteriza por la destrucción progresiva y posterior regeneración del parénquima hepático que conduce a fibrosis y cirrosis. Se habla de cronicidad cuando la enfermedad dura más de seis meses. Las causas principales de EHC son el consumo excesivo de alcohol, las hepatitis por virus de hepatitis B (VHB) y virus de hepatitis C (VHC) y los síndromes metabólicos relacionados con el sobrepeso y la obesidad. Se considera alcoholismo crónico la grave dependencia al alcohol y falta de capacidad para reducir o eliminar la ingesta de alcohol. Se asocia a una mayor incidencia de enfermedades infecciosas y es el factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos60, atribuyéndose el 5,1% de la carga mundial de morbilidad y lesiones. La cirrosis es la fase final de la EHC y se asocia con una elevada mortalidad. En España, la causa principal de cirrosis (80% de los casos) son el consumo excesivo de alcohol y la hepatitis crónica por VHC.
Las personas con EHC (incluyendo pacientes con esteatosis hepática, aquellas con elevaciones de las transaminasas al doble del límite superior a la normalidad y con alcoholismo crónico) y cirrosis tienen alterada la función fagocítica y la producción de anticuerpos opsonizantes, por lo que tienen una susceptibilidad mayor que la población general a las infecciones, sobre todo bacterianas. Además, tienen más riesgo de hepatitis fulminante por VHA y VHB, así como un mayor riesgo de muerte por neumonía.
Recomendaciones específicas de vacunación
gripe
neumococo
hepatitis b
hepatitis a
GRIPE
Se recomienda la vacunación anual. Los convivientes con personas con enfermedad hepática también deben vacunarse cada año frente a la gripe. Además de los mecanismos expuestos anteriormente, la gravedad de las infecciones por el virus de la gripe se debe, en parte, a un fallo en la organización de la respuesta específica por parte de las células T CD8, junto con un deterioro específico en la capacidad de estas células para producir interferón γ (IFNγ).
NEUMOCOCO
Las personas con alcoholismo crónico tienen un mayor riesgo de neumonía con una relación dosis-dependiente, debido a la colonización de la orofaringe por bacterias patógenas, a un mayor riesgo de aspiraciones y a la alteración funcional del macrófago alveolar.
Se recomienda la vacunación con pauta secuencial en personas con alcoholismo crónico y en aquellas con cirrosis. Se administrarán ambas vacunas (VNC+VNP23) con una separación de 12 meses (al menos 8 semanas) entre las dosis . Se administrará una dosis de recuerdo de VNP23 a los 5 años tras la dosis anterior.
En el resto de pacientes con EHC se recomienda la vacunación con VNP23.
hepatitis b
La evidencia existente de que la sobreinfección por VHB en pacientes con hepatopatía crónica por VHC o cirrosis alcohólica podría tener efectos sinérgicos en la progresión de la enfermedad hepática y el desarrollo de cáncer no es muy clara. Podría ser que el incremento de riesgo se derive del hecho de tener dos enfermedades hepáticas crónicas y no por la infección por VHB.
Se realizarán marcadores (anti-HBc, anti-HBs y AgHBs) antes de recomendar la vacunación. En caso de resultar negativos se administrará la pauta habitual de 3 dosis (0, 1, 6 meses). Es necesario realizar control serológico tras la vacunación para asegurar la seroconversión. Las personas no respondedoras deberán recibir inmunoglobulina específica antihepatitis B en caso de una exposición a VHB, o revacunarse a los 3 meses de iniciar el tratamiento antiviral específico frente a VHC.
hepatitis a
Las personas con hepatopatía crónica, incluyendo las personas con alcoholismo crónico, tienen un mayor riesgo de presentar una hepatitis fulminante tras infección por VHA. En caso de no haberse vacunado frente a HB se puede administrar vacuna combinada HA+HB.