Enfermedades inflamatorias crónicas
Explicación
Recomendaciones específicas de vacunación
Explicación
En este grupo se incluyen la enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), artropatías inflamatorias y también determinadas condiciones dermatológicas inflamatorias. En este apartado se tratarán las recomendaciones en EII (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa) y artropatías inflamatorias (lupus eritematoso sistémico –LES-, artritis reumatoide o juvenil, etc.), en las que las infecciones inmunoprevenibles causan importante morbilidad y mortalidad.
La enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU) se caracterizan por la inflamación crónica del tracto gastrointestinal. Se postula que factores genéticos y ambientales llevan a la alteración de la flora intestinal con la consiguiente desregulación de la inmunidad intestinal.
Entre las enfermedades reumáticas se encuentran las articulares (artritis reumatoide, osteoartritis, artritis reumatoide juvenil) y las del tejido conectivo (LES). Suelen ser progresivas y en todas ellas subyace una alteración de la respuesta inmune e inflamatoria. Se estima una prevalencia mundial de más de 14 millones de casos solo de la artritis reumatoide, con unas 26.500 muertes anuales en 2015. Para el total de enfermedades reumáticas se estima una prevalencia en el 2015 de más de mil millones de casos a nivel mundial, con casi 80.000 muertes.
El riesgo de enfermedades inmunoprevenibles en las personas con enfermedades inflamatorias se debe tanto a una respuesta alterada del sistema inmune como a la posible malnutrición (en EII) y a la inmunosupresión ocasionada por los tratamientos específicos utilizados, así como por otras patologías asociadas. Es importante tener en cuenta que las recomendaciones de vacunación dependen del grado de inmunosupresión por la enfermedad o por el tipo de tratamiento administrado.
Se debe vacunar antes de iniciar tratamiento inmunosupresor para conseguir una óptima respuesta inmune. En general, las personas en tratamiento con inmunosupresores deben estar vacunadas frente a sarampión, rubéola, parotiditis (triple vírica), varicela, tétanos y difteria, neumococo y vacunación anual frente a la gripe.
Las personas con estas enfermedades no tratadas con fármacos inmunosupresores, o en tratamiento con inmunomoduladores a dosis no inmunosupresoras, se consideran inmunocompetentes y deben recibir las vacunas recomendadas en población general.
Recomendaciones específicas de vacunación
TRIPLE VÍRICA
VARICELA
hepatitis b
NEUMOCOCO
GRIPE
Triple vírica
Se realizarán marcadores de infección, preferiblemente pretratamiento, en caso de no disponer de documentación de haber recibido dos dosis de vacuna. En caso de negatividad, se administrará una o dos dosis de vacuna triple vírica (según las recibidas previamente) al menos cuatro semanas antes de iniciar el tratamiento. Si se encuentra en tratamiento inmunosupresor, esperar al menos tres meses después de finalizado. No es necesaria la serología posterior.
Varicela
Se realizará serología específica pretratamiento incluso en el caso de que sean positivos los antecedentes de padecimiento previo, no siendo necesaria si con anterioridad se han recibido dos dosis de vacuna. Si es negativa, recibirá una o dos dosis (según las recibidas previamente) al menos cuatro semanas antes de iniciar el tratamiento. Si se encuentra en tratamiento inmunosupresor, esperar al menos tres meses después de finalizado. No es necesaria la serología posterior.
Hepatitis B
Solo se recomienda en quienes presentan riesgo elevado de infección y tras realizar estudio serológico (AgHBs, anti-HBs y anti-HBc).
Neumococo
En caso de presentar inmunosupresión se administrará pauta secuencial (VNC13+VNP23) con intervalo de separación recomendado entre dosis de 12 meses (mínimo de 8 semanas).
Gripe
Se recomienda la vacunación anual.